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Hace unos días un amigo me decía que a veces, quizá, mis comentarios en este y en algún otro blog son demasiado duros, demasiado críticos.

Puede que sea verdad.

Pero también es cierto que estamos viviendo tiempos que requieren el uso de la actividad crítica. Y si, es verdad que he criticado a personas e instituciones conocidas que podrían llegar a ser mis clientes potenciales, y que esa actitud podría incluso desmotivar a otros clientes potenciales respecto a contratar nuestros servicios.

Pero también es verdad que yo soy parte de ese mundo de empresarios al que critico, y que no pasa un día sin que intente aplicarme las criticas a mi mismo, intentado encontrar cual es el mejor camino de mejorar mi compañía y de ayudar lo mejor posible a mis clientes. Y también es cierto que he «criticado» la actitud del español de a pie, entre los cuales me incluyo, por su actitud inconsciente y absurda de ultra-gasto,  hace unos años,  que se ha transformado ahora en victimismo, y que intenta que otros (gobiernos, políticos, empresarios, banqueros, etc..) carguen con la culpa de la situación actual.

Pero, excusas aparte, lo que realmente importa si buscas lo mejor para tu compañía, es intentar encontrar a los mejores consultores, a la mejor ayuda externa posible. Al calificar a los candidatos potenciales es fundamental tener en cuenta varios criterios (experiencia, capacidades, referencias, precio, etc…) antes de dejar a nadie meterse en la cocina de tu organización, pero quizá también es una buena idea asegurarse de que , por encima de todo, son independientes. Un consultor, alguien que pretenda ayudar de forma externa, ha de ser, ante todo, independiente. Esa independencia es la que le permite alcanzar o facilitar la visión de una diagnosis neutral y y objetiva de la situación de la organización. Sin sesgo, sin intereses personales en un determinado «producto», «software», «metodología» o simplemente sin el interés de «agradar» al cliente diciéndole lo que quiere oír.

Esta neutralidad e independencia, no se logra por medios externos. Todos conocemos los grandes escándalos de los ultimo diez años, crisis financiera incluida, debidos a las múltiples interdependencias entre gobiernos, grandes firmas financieras (Goldman Sachs, AIG, Bear Stearns, o en nuestro país Cajas de Ahorros varias, Bankia, etc….), grandes firmas de calificación financiera (Moodys, Standard & Poors, etc…), grandes firmas de auditoria y consultoría (recuerdese el caso «Enron y Arthur Andersen» no hace demasiado tiempo, o las recientes auditorias de Bankia por parte de Deloitte, que sin ser ilegales tampoco «destapaban» la realidad de la situación…)….Todo esto es ampliamente conocido, pero nos enseña algo muy importante: que la sinceridad y la independencia solo se logran mediante una cualidad interna, y no mediante una marca bien posicionada en el mercado.

Y al igual que queremos un medico que nos diga la verdad y nos cuide de forma eficiente, en el terreno de la consultoría y de la transformación organizacional, deberíamos de buscar a alguien que nos dijera la verdad, por dura que sea, y que nos ayude a tratar con ella del modo más adecuado posible.

Y eso es lo que desde hace ya siete años siempre hemos pretendido en Vortex. Y eso a veces nos ha costado más de un enfado de un cliente, pero sabemos que es especialmente importante mantenernos fieles a nuestros principios y a nuestra visión. El día que dejemos de hacerlo, habremos dejado de servir a nuestros clientes del mejor modo posible. Probablemente nosotros no somos la mejor empresa de consultoría posible, pero escribir como escribimos demuestra, al menos, que somos sinceros e independientes. Y eso nos permite decir lo que «entendemos» que vemos, lo que consideramos que es «el problema real», sin pensar en «agradar» a nuestro cliente solo para ganar una nueva cuenta.

Quizá un aspecto a desarrollar en el futuro de esta España que tanto amo y tanto odio, es aprender a tener «buenos desacuerdos». El desacuerdo y la diferencia es lo que nos lleva a descubrir aquellos aspectos que están más allá de nuestra zona de confort, y que nos permiten avanzar hacia el futuro si los interiorizamos en lugar de rechazarlos de plano.  Quiza sea importante comenzar a «gestionar mediante el desacuerdo», potenciando la creatividad y la innovación, en lugar de seguir buscando directivos, trabajadores y proveedores que nos digan una y otra vez solo aquello que queremos escuchar.

Nosotros mientras tanto, con el permiso de todos ustedes, seguiremos intentando encontrar «el mejor desacuerdo posible».

Hasta pronto.[:en]

A few days ago a friend told me that sometimes, perhaps, my comments on this and in some other blog were too harsh, too critical.

Well, it may be true.

But it is also true that we are living times that require the use of critical activity. And it is true that I have criticized some quite known individuals and institutions that could, perhaps, become my potential customers, and it is also true that this attitude could even discourage other potential customers from regarding the possibility of using our services.

It is also true, that I am a member of that world of business to which I am critical about, and that not even just one day goes by without me trying to apply myself this same criticism, in an effort to to find out the best way to help my clients and as an extension, to improve my company. It is also true that I have «criticized» the general attitude of the Spaniards everyday people, among whom I include myself again, for their/our unconscious and absurd overspending attitude a few years ago, that now has became victimhood, and that now tries to blame others (governments, politicians, businessmen, bankers, etc.. .) for the current situation.

But besides excuses, what is important for you to take into account as a businessman, if you are looking for some help,  is trying to find the best possible helpers for your company, the best possible consultants. And in casting the potential candidates, there is a lot of issues that you have to check before letting anyone going into your company (skills, experience, references, fees, etc…) but perhaps it is also quite a good idea to ensure that they are, above all, independent. Because a consultant, a helper, must be, above all, independent. This independency is the quality that enables him/her to have or to facilitate the vision of a neutral and objective diagnosis of the situation, as also the of the potential solutions. Without bias, without personal interests on this or those «product», «software», «methodology», or simply, without the interest of «pleasing» you as a client.

This neutrality and independence cannot be achieved by external means. We all know the great scandals of the last ten years, including the current financial crisis, due to the multiple interdependencies between governments, large financial firms (Goldman Sachs, AIG, Bear Stearns, or the Spanish Bankia gate, etc … .), major financial rating firms (Moody’s, Standard & Poors, etc …), large audit and consulting firms (remember the Enron and Arthur Andersen not too long ago, or the recent audits of Bankia by Deloitte which, while not illegal, did not «uncover» the reality of the situation …) …. Anyway, all this is a known story. But it teaches us something: sincerity and independence are achieved only through an inner quality, not by a good brand quite well positioned in the market.

And as we want a doctor to tell us the truth and to take care of us efficiently, in the field of consulting and organizational transformation, we should look for someone to tell us the truth, however harsh it is, so that we can manage the situation in an appropriate manner.

And that’s what during the last seven years we have always tried to do in Vortex. And that attitude sometimes has cost us more than one anger client, but we know that is especially important to keep us faithful to our principles and to our vision. The day we stop doing it, we would have stopped serving to our customers as best as we can. We are not, certainly, the best possible consulting company in every field, but writing as we do, at least shows that we are honest and independent. And that allows us to say what «we think we see», what «we consider to be «the real problem, without trying to compromise our opinion in order to gain a new account.

When I think of the future of Spain, this country that I love and hate so much, I see «learning to be in a good disagreement» as something we really need. The disagreement and the difference is what leads us to discover whatever is beyond our comfort zone, and which allow us to advance towards the future if we try to understand them instead of rejecting them outright. Maybe it is important for us to begin to «manage by disagreement», and doing so promoting creativity and innovation, rather than keep looking for managers, employees and suppliers that tell us over and over again, just what we want to hear, stagnating us more and more.

Meanwhile, if you don’t mind, we will continue trying to be «in a good disagreement»

See you soon.[:]

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